Hoy, como cada último martes de enero desde 1880 se celebra en Lerwick, la capital de las Islas Shetland, el Up Helly Aa, uno de los mayores festivales de fuego de Europa, donde se rinde homenaje a la herencia vikinga del país después de una convivencia de 600 años. Este festival que cierra las fiestas navideñas, conmemora el final del Yule, fiesta pagana pre cristiana típica de Escandinavia que celebraba el solsticio de invierno. El festival se celebra llueva o nieve, con unas condiciones climáticas extremas pues Lerwick está prácticamente a la misma latitud que el sur de Groenlandia.
En todos estos años sólo en tres ocasiones no se ha celebrado este evento, una con motivo de la muerte de la Reina Victoria y las otras debido a las dos Guerras Mundiales.
Los vecinos de la ciudad se visten de vikingos, con sus cascos, escudos, hachas, pieles, lanzas, y hasta se dejan crecer la barba para dar más autenticidad a sus disfraces.
Unos mil “vikingos”, al mando del Jarl Guizer, recorren la ciudad mediada la tarde, llevando antorchas que alumbran y guían en la oscuridad, cantando y empujando el drakkar (embarcación vikinga), construido por artesanos locales, hacia el mar.
El clímax llega cuando los hombres rodean el barco creando un círculo de fuego, cantan viejos himnos, bailan y, tras un pequeño discurso del líder, a la señal de fuegos artificiales todos los guerreros “guizers” arrojan sus antorchas sobre el drakkar, creándose una bola de fuego inmensa al tiempo que miles de gargantas entonan el Up Helly Aa. Pero la fiesta no acaba ahí, la diversión se prolonga durante toda la noche en la ciudad pues al día siguiente no se trabaja.
Este festival se celebra en diez localidades diferentes de las Islas Shetland pero el más multitudinario es el de Lerwick.