Cerca de Inverness, en las Tierras Altas, se encuentra la pequeña e independiente cervecera “Black Isle” donde se elabora una cerveza orgánica con sabores poco frecuentes.
Black Isle (que ni es isla ni es negra) es una zona conocida por la excelente calidad de su cebada. Sir Roderick Mackenzie fue, en el año 1790, quien decidió cultivarla con el objetivo de convertirla en cerveza. Y es ahí mismo, en Allangrange, donde en el año 1998 David Gladwin creó “Black Isle” construyendo su sueño con un cubo dentro de un cobertizo, y ese “cubo” ha crecido hasta producir unos 10.000 litros diarios, distribuyéndolos no sólo en Escocia y el Reino Unido sino en todo el mundo, encontrándose Suecia y Japón entre sus mejores clientes.
En la fábrica se produce una amplia variedad de cervezas innovadoras, con agua cercana a las instalaciones y a partir de cebada de sus propios cultivos y lúpulo escogido de diferentes partes del mundo.
Se te invita a hacer una visita guiada en la que se muestra paso a paso el milagroso proceso que transforma unos granos de cebada malteada en cerveza. El recorrido termina con una cata de sus diferentes variedades, desde las cervezas rubias casi transparentes hasta las negras como el azabache, pasando por las tostadas con aroma a miel de brezo.
En la tiendecita que hay en la entrada a la fábrica puedes comprar cuántas cervezas quieras así como productos locales, jabones orgánicos, camisetas, sudaderas, delantales, bolsos, vasos, etc., todo ello adornado con el acertado logo de “Black Isle”.
Y antes o después de la visita guiada te recomiendo que des un paseo junto a la fábrica, donde verás naves en las que se amontonan alpacas de paja junto a una mesa de ping-pong, donde puedes echar una partida. Otras naves con largas mesas y bancos corridos para celebraciones varias, entre ellas la fiesta de la cerveza el próximo mes de septiembre.
Mis naves favoritas son las abandonadas, que destilan la magia de lo que ya no sirve pero se resiste a ser aniquilado; allí donde antaño se elaboraba la cerveza simple, puro alimento, sin el bouquet sofisticado de estos tiempos modernos.
Sláinte!!
Más que de interiores yo soy más de visitar los espectaculares paisajes de las Highlands. Pero lo que sí me gusta es probar las cervezas de los países donde voy. Esta me ha encantado, superando a mi anteior favorita que era la Paulaner Weiss Bier alemana. Lástima que en Bilbao no la pongan en ningún lado.